Sí, todos los activos que se posean a partir de la fecha de gravamen del 1 de octubre deben declararse con las fechas de adquisición y los costes de adquisición. Se puede utilizar el calendario de depreciación utilizado en la preparación de las declaraciones del impuesto sobre la renta. Sin embargo, el calendario de depreciación debe ajustarse para las adiciones y supresiones, de modo que contenga los bienes propiedad de la empresa en la fecha de gravamen del 1 de octubre. Asimismo, los activos que se cargan en lugar de capitalizarse a efectos del impuesto sobre la renta y que no se incluyen en el calendario de depreciación deben añadirse al listado del contribuyente para que se declaren todos los bienes personales.