Un vehículo de salvamento (pérdida total) se produce cuando una compañía de seguros o cualquier otra persona paga o realiza otro tipo de acuerdo monetario a una persona cuando un vehículo está dañado y el daño del vehículo es mayor o igual al 75 por ciento del valor justo de venta al público del vehículo antes de los daños, según lo establecido en una edición actual de una compilación de valores de venta al público reconocida a nivel nacional, incluidas las bases de datos automatizadas.